De la cabaña de la familia Delgado, salimos a la izquierda y continuamos por el mismo sendero unos 5 minutos. En este tramo nos guía una manguera negra que dejamos pronto, al encontrar, marcado con una flecha, un desvío a la derecha, que nos indica que empezamos a subir por la montaña. Se trata de una dura ascensión de una hora y media que haciendo zigzag, llega hasta un pequeño llano con arbolitos donde suele pastar el ganado. El camino (aunque no es muy visible por el pasto y las pisadas del ganado), sigue subiendo por la montaña hasta encontrar un pequeño llano con árboles similar al primero. (Foto 3)
Se sigue subiendo, montaña arriba, hasta desviarse a la izquierda, teniendo entonces la montaña a la derecha, luego el camino pasa por una zona arcillosa que da el color rojo a la tierra (camino rojo en la foto 3).
Así llegamos a un llano que se encuentra entre las montañas desde el cual se ve el otro lado del valle y muy al fondo entre un grupo pequeño de pinos, es apenas visible nuestro objetivo del día y de la etapa, el “Tambo” de Taranza. (Foto 4)
Así llegamos a un llano que se encuentra entre las montañas desde el cual se ve el otro lado del valle y muy al fondo entre un grupo pequeño de pinos, es apenas visible nuestro objetivo del día y de la etapa, el “Tambo” de Taranza. (Foto 4)
El camino desde este punto empieza a ser más fácil y llano para andar, visto que pasa por el filo de la cordillera que cruza el valle. Alguna vez el pequeño camino se bifurca, rodeando los picos de la montaña, pero se vuelve de nuevo a juntar unos metros más adelante.
Pasamos por una vieja verja de madera que está abierta y siguiendo por algunos minutos se encuentra una pequeña bajada que descendemos hasta encontrar el símbolo del sol que nos indica que empieza una subida hasta los pinos que se ven al fondo. (Foto 5)
Pasamos por una vieja verja de madera que está abierta y siguiendo por algunos minutos se encuentra una pequeña bajada que descendemos hasta encontrar el símbolo del sol que nos indica que empieza una subida hasta los pinos que se ven al fondo. (Foto 5)
Los peregrinos que no solo siguen mirando hacia adelante, pueden darse la vuelta y admirar
el maravilloso espectáculo del camino ya hecho, así como encontrar en el suelo plantas medicinales como la “hierba del ángel”, que todavía son utilizadas por la gente del lugar. (Foto 6 y 7)

Continuamos hacia la izquierda donde podemos pisar la visible huella del ancho Camino Inca, que aunque recubierto de maleza se reconoce por las filas de piedra que definen su perfil.Siguiendo por este lado izquierdo de la montaña, pasamos al lado de algunas plantas de agave y nos dirigimos a
una quebrada cubierta de vegetación donde podemos beber una buena y fresca agua. (Foto 8)


Saliendo de la quebrada, se atraviesa un pequeño bosquecito de pinos. Si se pierde el camino, hay que subir un poco hasta encontrarlo, lo más probable es que se halla dañado con la lluvia.
Vamos subiendo levemente por la ladera atravesando este pequeño bosque y pasando al lado de una verja de metal. Caminando unos pocos minutos más llegamos al “Tambo” de Taranza (Foto 9), terminando por fin un camino que nos ha costado aproximadamente 5 horas.
Taranza es u rancho ubicado en un sitio privilegiado donde el Señor Antonio, cuida ganado, criándolo como se hacía cientos de años atrás. Solamente amanecer en Taranza y contemplar el espectáculo del valle cubierto de nubes, merece el esfuerzo hecho. (Foto 10)
Vamos subiendo levemente por la ladera atravesando este pequeño bosque y pasando al lado de una verja de metal. Caminando unos pocos minutos más llegamos al “Tambo” de Taranza (Foto 9), terminando por fin un camino que nos ha costado aproximadamente 5 horas.
Taranza es u rancho ubicado en un sitio privilegiado donde el Señor Antonio, cuida ganado, criándolo como se hacía cientos de años atrás. Solamente amanecer en Taranza y contemplar el espectáculo del valle cubierto de nubes, merece el esfuerzo hecho. (Foto 10)
Foto 10: Amanecer en Taranza
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