TERCERA ETAPA: TARANZA – SAN ANTONIO DE LAS ARADAS.

(Grado de dificultad, 8)
Esta tercera y última etapa que nos lleva hacia San Antonio, no está marcada por flechas enteramente, tan solo al principio. Así que la descripción que hemos desarrollado está conectada básicamente con las fotos que presentamos y que conjuntamente con el mapa y el trazado nos ayudará en el camino.
Se sale del “Tambo” de Taranza por una verja de la finca diferente de la que hemos entrado. Desde aquí el camino coincide totalmente con el antiguo Camino Inca. Se sigue teniendo a la derecha una cerca, recorriendo una agradable travesía entre dos montañas donde incluso podemos recoger agua fresca de un pequeño nacimiento. Vamos subiendo levemente en dirección oeste dejando el “Tambo” de Taranza a nuestra espalda. Seguimos bordeando la montaña que nos lleva (girando a la izquierda) en el vertiente sur de la misma. En este punto es importante tomarse unos minutos para interceptar y admirar la huella del antiguo Camino Inca. (Foto 11) Desde este punto se puede ver, al fondo y arriba, un ligero valle entre las montañas que parece formar una v y al que hemos llamado punto “V”. Hacia allá nos tenemos que dirigir. Es muy importante no seguir bajando hacia el oeste; como referencia se ve muy al fondo y arriba de las montañas (en esta dirección), las antenas del cerro de Colambo, hacia las cuales NO tenemos que ir.

Para llegar a la “V”, hay que seguir la travesía bordeando la montaña que nos lleva, al principio en llano y luego bajando, por pequeñas quebradas donde es probable encontrar nacimientos de agua (cuidado no resbalar con las hojas mojadas). Esta bajada nos lleva a la quebrada principal (quebrada de Chonta) del valle, donde encontramos un pequeño arroyo y la última flecha que nos indica que empieza la subida. Por una travesía que hace zig-zag subimos a la otra vertiente del valle, por un camino de tierra roja que nos conduce a la cima redondeada de la montaña. (Foto 12)

Llegados arriba, podemos ver al otro lado de la montaña la carretera de herradura que desde Quilanga conduce a la Plaza del Inca. Seguimos encima de la montaña por un pequeño sendero de piedrecitas blancas hasta nuestro punto “V” donde el camino, bien marcado, se desvía a la derecha y donde es ya visible, un poco más abajo y a la derecha, el pequeño cerro de la Plaza del Inca. Para ubicar más fácilmente la Plaza del Inca, podemos buscar una pequeña chocita al lado de los dos círculos de piedra, y la carretera de la que hemos hablado antes, que llega hasta allí. (Foto 13)

Del mismo punto “V”, en el que estamos situados, vemos más a la izquierda de la Plaza del Inca y muy al fondo, el pequeño poblado de San Antonio de las Aradas. (Foto 14). Cuidado, aunque parece cerca, faltan entre 4 y 5 horas de camino, sin contar el tiempo que se necesita para desviarnos y visitar la Plaza del Inca que está cerca.

Empezamos la bajada haciendo zig-zag desde el punto “V” y pasando por un bosque de pinos donde probablemente se encontrarán obreros talando. Bajamos hasta pasar por un pequeño llano que nos conecta con la montaña siguiente en dirección de San Antonio. En este punto es visible abajo y a la izquierda una finca donde probablemente han utilizado una antigua plaza Inca circular para cercar el ganado. (Foto 15)

Desde aquí bordeamos la montaña utilizando un camino que pasa al lado de una hilera de pinos, que nos lleva a una suave subida hasta el final de esta montaña. Aquí el camino continua entre dos cercas de fincas, conduciéndonos a una dura bajada que sigue el mismo trayecto de una tubería de agua que llega también a San Antonio. El camino en este punto resulta bastante duro para las rodillas, ya que es una bajada empinada, donde el sendero está surcado por grietas hechas por la lluvia que nos obliga a bajar con precaución y muy despacio. Se llega así a un pequeño y agradable llano con césped donde poder descansar unos minutos antes de empezar la subida de la última montaña que nos lleva a nuestro objetivo. Esta subida empieza con un camino estrecho pero bien marcado, que haciendo zig-zag sube la parte más empinada de la montaña hasta desviarse a la izquierda y conectarse con la carretera afirmada que, en aproximadamente 30 minutos, nos lleva directamente a la Parroquia de San Antonio de las Aradas.
Esta primera parte de la carretera que va al pueblo fue construida hace dos años sobre el antiguo Camino Inca, logrando el doble y triste resultado de cubrir las huellas de la ruta histórica y (por causa de la inexistente conservación) resulta no fácilmente transitable por los numerosos derrumbes que ha soportado.
Llegamos así a San Antonio de las Aradas y bajando por la Avenida Principal se llega al parque Central, donde hay una pequeña tiendita y dos casas más abajo está nuestro tercero y último “Tambo”, la casa del Señor José Gaona, que nos permitirá descansar de la dura etapa del día.